La Liga Profesional de baloncesto inicia con cambios importantes y decisiones que han generado controversia en el deporte nacional.
Por: Nicolas Ardila
Este 9 de mayo se dio inicio a la Liga Profesional de Baloncesto 2025-I, la primera edición del año del torneo más importante del baloncesto colombiano. La competencia se extenderá hasta el 11 de julio, reuniendo a ocho equipos que representarán distintas regiones del país y que prometen ofrecer espectáculo y emoción en cada jornada.
Los equipos participantes son:
Motilones del Norte (Cúcuta)
Piratas (Bogotá)
Paisas (Medellín)
Toros del Valle (Cali)
Cimarrones (Quibdó)
Sabios (Manizales)
Caribbean Storm (Santa Marta) equipo que fue trasladado desde San Andrés
Caimanes del Llano (Villavicencio) – nuevo en la competencia, en reemplazo de Cafeteros de Armenia
Esta edición marca una importante renovación en el panorama competitivo, debido a las sanciones impuestas en marzo de 2025 por la Comisión Disciplinaria de la Federación Colombiana de Baloncesto a cuatro clubes históricos: Titanes de Barranquilla, Búcaros de Bucaramanga, Corsarios de Cartagena y Cafeteros de Armenia.
Las sanciones, con una duración de dos años, se deben a incumplimientos económicos y deportivos, como la no participación sin justificación en el torneo de 2024-II, estás sanciones van desde lo económico hasta la no competencia.
Entre contextos tensos y titanes.

El caso de Titanes de Barranquilla, dominadores de la liga en los últimos años, ha sido especialmente polémico. Su dirigencia, al igual que la de Corsarios y Búcaros, ha denunciado una supuesta «retaliación» por parte del anterior presidente de la DPB, señalando irregularidades en el proceso sancionatorio y la eliminación de las garantías legales.
En medio de este contexto tenso, se abre una nueva etapa bajo el liderazgo de Jorge Armando García, recientemente posesionado como presidente de la División Profesional de Baloncesto (DPB). García con una sólida trayectoria en la Federación, ha manifestado su compromiso de revitalizar el deporte, apostando por una liga más amplia, con hasta 16 equipos y mayor presencia en regiones emergentes como el altiplano cundiboyacense.
A pesar de las controversias, todo está listo para el inicio de una nueva temporada donde promete ser más abierta, vibrante y disputada. La Federación ha destacado el compromiso de los clubes activos, el respaldo de los patrocinadores y el entusiasmo de la afición como pilares clave para el futuro del baloncesto profesional en Colombia.